domingo, 3 de julio de 2011

Ciro y los persas

Esta historia comienza a mediados del 2009 cuando llamé al guitarrista Juan Abalos, a quien había escuchado alguna vez y me había deslumbrado. La música fue siempre la mejor terapia para mí, y no quería entrar en un bajón del que me costara salir por estar mucho tiempo sin ella. Mi banda de 20 años se había disuelto. Si quería sobrellevarlo lo mejor posible debía armar un nuevo grupo que me convenciera, y en lo posible, conmoviera. Juan tiró de movida una primera formación. Músicos que tocaron alguna vez con él. Junto a Chucky en los teclados, arrancamos. Zapamos temas de Pappo, los Stones, y por supuesto de Los Piojos; mas algunas ideas que tenía hacía tiempo o lo que se me iba ocurriendo. Lentamente el placer desplazaba a la incertidumbre y la angustia. Mis ganas de comenzar una gira y reencontrarme con la gente eran tremendas. Quería acelerarlo todo para volver. Pero no era tan sencillo.

El violero que Juan trajo tocaba muy bien pero me dí cuenta que no era exactamente lo que buscaba. Con pesar hablé con él y empecé a probar otros guitarristas. Vinieron muchos y muy buenos. Fue difícil la elección. Quedó Juanjo Gaspari. Por su gusto y talento. Y su humildad. Con Juan se entendieron de movida.

Pero en medio de tanta prueba noté que algo en la base podía estar mejor. Don Alfredo Toth me aseguró con oído experto de Broder Bastos, bajista brasilero, lo que deseaba y sospechaba que iba a oír: “Es un bajista de la reputa madre, y toca cosas distintas, por la info que tiene”. ¡Vamos Broder puta qui parió caralho! ¡A gente fica gostosa!

Entonces vino lo más duro. Cambiar el batero. Sobre todo porque me había caído muy bien. Y empezamos a buscar. Fue larga y difícil la elección. Lulo Isod la rompe. Le pedís, lo toca. Salvo una vez, que le pedí un absurdo intocable. Lo intentó tres veces y me dijo: “no me sale”. Lulo quedó en el puesto.

¿Los defectos? Juan toca algo genial y a los once minutos no recuerda lo más mínimo, Chucky la gasta siempre... y cuando no se quede dormido en su casa, Juanjo dice haber jugado en las inferiores de Gimnasia pero corre diez metros y se ahoga, Broder hace quince años que vive acá y no se entiende lo que habla, y Lulo directamente no habla. Pero me convencen y conmueven. Tienen una onda alucinante y suenan como la concha de la lora. “Ciro y la Concha de la Lora” hubiera sido un poco fuerte, así que les puse “Los Persas”.

Esperamos que disfruten de este disco tanto como nosotros. Muchas Gracias.

Ciro y Los Persas son:
Andrés Ciro Martínez: voz, armónica, guitarras, percusión, coros.
Juan Gigena Abalos: guitarras, bajo en 9, coros.
Juanjo Gaspari: guitarras, coros, percusión.
Broder Bastos: bajo, percusión, guitarra en 9, coros.
Lulo Isod: batería, percusión.
Chucky de Ipola: pianos, hammond, teclados, coros. - (Actualmente lo reemplaza Diego Mano).

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